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La nueva ley de autónomos recogerá las voces de este colectivo ya que, con su próxima entrada en vigor, los más de tres millones de trabajadores por cuenta propia podrán por fin beneficiarse de una buena batería de medidas, que supondrán un fuerte impulso para el empleo.

No podemos obviar que resultaba necesario prestar un mayor apoyo a los trabajadores autónomos, pues han sido y son aún, un colectivo protagonista en la creación de empleo, tras los años de crisis en España. Tal y como reconoce la propia Asociación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA) "será una buena ley no sólo para los autónomos, sino para todos".

¿Qué novedades significativas introduce este proyecto de ley? ¿Por qué supone un paso importante para los autónomos?

La nueva ley de autónomos mejorará la protección social, como la conciliación laboral y familiar, eliminará trabas burocráticas para facilitar la actividad del autónomo, fomentará unas mejores condiciones para emprender y reemprender y garantizará una mayor flexibilidad y seguridad jurídica desde un punto de vista fiscal, con desgravaciones y reducciones en sanciones.

¿Qué medidas van a suponer una mejora para los autónomos?

Estas son las medidas más significativas y, quizás, las más relevantes y esperadas por este colectivo:

1. Ampliación de la tarifa plana de 50 euros en la cotización a la Seguridad Social, pasando de 6 meses a 1 año. Además, los autónomos que dejen su actividad ya no tendrán que esperar 5 años para acogerse de nuevo a la tarifa plana, pues lo podrán hacer pasados los 2 años.

2. Tarifa plana de 50 euros durante 1 año para las mujeres que se reincorporen tras la maternidad y exención del 100% de la cuota de autónomos durante 1 año, por tener que cuidar a menores o dependientes.

3. Posibilidad de deducirse el 20% de los gastos de electricidad, gas y telefonía, cuando trabajen desde casa y en un 50 % los del vehículo, siempre y cuando estén vinculados a la actividad, se justifiquen con facturas y se contabilicen en el libro de ingresos y gastos.

4. Deducción de hasta 26,67 euros diarios por gastos en dietas y manutención (48,08 euros si es en el extranjero), siempre que el pago se realice telemáticamente para su acreditación.

5. Posibilidad de cambiar hasta 4 veces al año su base de cotización, para adecuarla mejor a los ingresos (antes sólo era posible dos veces al año).

6. Posibilidad de darse de alta o de baja en la Seguridad Social hasta 3 veces al año, para así pagar sólo en las épocas que tengan actividad. Por lo tanto, el autónomo sólo pagará por los días efectivamente trabajados y no por meses cumplidos como hasta ahora.

7. Compatibilidad del cobro del 100% de la pensión con seguir trabajando como autónomo.

8. La cuota de los autónomos societarios se desvinculará de las subidas del Salario Mínimo Interprofesional y la determinará los Presupuestos Generales del Estado de cada año, tras dialogar con las organizaciones de autónomos más representativas.

9. Reducción de los recargos que penalizan a los autónomos por el retraso en el pago de la cuota, pasando durante el primer mes del 20 al 10 %.

10. Devolución de oficio por parte de la Seguridad Social del exceso de cotización a las personas en situación de pluriactividad (hasta ahora se tenía que pedir expresamente la devolución).

11. Se contempla "accidente in itinere" del autónomo, es decir el ocurrido cuando se desplaza a su puesto de trabajo, que hasta el momento no lo tenía reconocido.

12. Aprobación de programas de mejoras para la formación en prevención de riesgos laborales y derecho a la formación adaptada a las necesidades reales del autónomo.

13. Mejora en las condiciones del emprendimiento para los trabajadores con discapacidad, así como la posibilidad de que los autónomos puedan contratar a sus hijos discapacitados.

Para finalizar, es importante recordar que, si bien la puesta en marcha de la nueva ley de autónomos supondrá un impulso importante para este colectivo, aún hay que esperar a si se incorporarán enmiendas en el Senado, o si volverá de nuevo al Congreso para ser finalmente ratificada.

Además, no hay que obviar tampoco que aún hay reivindicaciones pendientes de incorporar en la nueva ley de autónomos, como la exención del pago de la Seguridad Social si el autónomo no llega a facturar el Salario Mínimo Interprofesional, el paro de los autónomos, la cotización a la Seguridad Social por rentas reales del trabajo, o la figura de falsos autónomos que afectan especialmente a los jóvenes, entre otras muchas más cuestiones que probablemente quedarán pendientes de desarrollo legislativo.

 

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