No es fácil afrontar una situación de acoso laboral. Por ello te explicamos cómo actuar si eres víctima o presencias este tipo de acoso.
Sonia Sanchez | 04.10.2018
No es fácil afrontar una situación de acoso laboral. Por ello te explicamos cómo actuar si eres víctima o presencias este tipo de acoso.
El acoso en el trabajo o mobbing se define como una conducta o comportamiento abusivo, lesivo e intencionado, al que se somete a una persona en el ámbito laboral ejercido de forma reiterada, que atenta o lesiona la dignidad del trabajador o su integridad psíquica y que degrada además sus condiciones de trabajo.
Las formas en las que puede manifestarse el acoso son múltiples. Como ejemplo, podemos encontrar estas situaciones:
Debe diferenciarse de otras conductas derivadas de situaciones puntuales de conflicto en las relaciones laborales entre trabajador y su superior jerárquico o entre los propios trabajadores. Por tanto, es preciso analizar cada situación en concreto pues la situación de acoso requiere además, cierta continuidad en el tiempo.
El acoso puede ser de varios tipos:
La dificultad principal a la que enfrenta el trabajador es la demostración que está sufriendo esta situación, por tanto, es muy importante reunir pruebas que lo puedan acreditar como por ejemplo, correos electrónicos, grabaciones (siempre y cuando el trabajador sea uno de los interlocutores en la conversación), declaración de testigos, informes psicológicos, etc….
El trabajador puede poner en conocimiento de la empresa esta situación solicitando al empresario que adopte las medidas necesarias para que dicha situación de acoso cese.
En caso de no ser atendidos por parte de la empresa, el trabajador podría denunciar los hechos ante la Inspección de Trabajo.
Además, el trabajador puede solicitar vía judicial, la extinción de su contrato de trabajo debido a esta circunstancia, con derecho a una indemnización que puede ser la misma que por despido improcedente y la posibilidad de cobrar paro. Además podrá solicitar una indemnización por los daños y perjuicios que le hayan ocasionado.
Desde el punto de vista penal, se recoge también como delito en el Código Penal dentro de los delitos contra la integridad moral, cuando el acoso se realiza por el superior jerárquico.
La idea es que la vía penal sea usada para castigar las conductas de acoso laboral más graves. Sólo se acudirá a la vía penal cuando la situación de acoso laboral revista la suficiente gravedad dado que el derecho penal se entiende como la última razón, ya que de forma general, este tipo de situaciones se resuelven por la vía laboral.
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