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El Gobierno ha aprobado una nueva normativa para la igualdad y no discriminación de las personas LGTBI en las empresas, que se basa en una ley anterior que ya establecía la necesidad de regular estas medidas.

En este artículo, analizaremos en profundidad las implicaciones y beneficios de esta norma, tanto para los trabajadores como para las empresas, pues las medidas que regula ayudan a crear entornos laborales más justos y equitativos, lo que a su vez fomenta equipos de trabajo más cohesionados y un mayor bienestar laboral.

¿Cuál es el objetivo de esta ley?

Lo que pretende esta norma es:

  • Fomentar la creación de ambientes de trabajo libres de prejuicios, donde todas las personas se sientan respetadas, seguras, incluidas, con independencia de su orientación sexual o identidad de género,
  • Pretende eliminar cualquier tipo de discriminación y promover la igualdad de oportunidades en el trabajo, implementado para ello planes de igualdad y protocolos o medidas muy concretas contra el acoso y la violencia hacia personas de LGTBI.

¿Cuáles son los aspectos clave de esta nueva norma?

Ámbito de aplicación.

Afecta a todas las empresas con más de 50 empleados.

Creación de planes de Igualdad en las empresas.

Estos deben contener acciones específicas y detalladas para combatir y prevenir el acoso y la violencia hacia personas LGTBI.

Negociación colectiva.

Las medidas que se pacten deben estar consensuadas entre la empresa y los representantes de los trabajadores y reflejarse también en los convenios colectivos, pues estos son en realidad los documentos legales que van a recoger los términos y las condiciones acordadas entre las partes.

Plazos de cumplimiento.

Las empresas tienen tres meses desde la entrada en vigor de este real decreto para empezar sus conversaciones formales con los distintos sindicatos y representantes de los trabajadores, donde negociarán las medidas de igualdad y no discriminación. Si se retrasan o se incumple la Inspección de Trabajo y Seguridad Social podría interponer sanciones.

Contenido del plan de igualdad.

Este plan debe contener reglas que aseguren que todas las personas sean tratadas de manera justa. Por ejemplo, debe haber medidas para que los procesos de contratación sean inclusivos y no haya barreras discriminatorias para acceder al empleo. Además, las decisiones sobre ascensos y oportunidades de crecimiento o promoción profesional en la empresa deben basarse en las habilidades y méritos de cada persona, sin que existan prejuicios.

Por este motivo, es fundamental que todas las personas trabajadoras reciban formación sobre igualdad y diversidad. Esto podrá hacerse a través de la impartición de talleres, cursos o campañas de concienciación y sensibilización, para que toda la plantilla entienda la importancia de respetar y valorar un entorno de trabajo diverso. Si fuera necesario, el plan de igualdad podría además incluir otras medidas como la creación de comités de igualdad o la implementación de políticas de apoyo para empleados LGTBI.

Protocolo de actuación y de atención al acoso o la violencia contra personas LGTBI.

Todas las empresas han de contar con un procedimiento claro y específico para manejar casos de acoso y violencia hacia personas LGTBI. Este protocolo debe definir claramente qué se considera acoso y violencia. También debe haber un procedimiento de denuncia accesible y fácil de entender. Además, es importante detallar los pasos a seguir durante la investigación, las medidas de protección que podrán aplicarse hasta la resolución del caso, así como las sanciones que deben aplicarse a quienes cometan estos actos. Por último, el protocolo debe incluir acciones preventivas para evitar que este tipo de incidentes se repitan.

Seguimiento y evaluación

Las empresas deben revisar regularmente las medidas de igualdad que han implementado, utilizando sistemas de monitoreo. También deben evaluar periódicamente si estas acciones están funcionando y si hay progreso, pues de no haberlo tendrán que ajustar las medidas para su consecución.

Con la entrada en vigor de esta norma se ha dado un gran paso hacia la igualdad y el respeto a las personas LGTBI en las empresas. Estas acciones buscan crear un ambiente de trabajo inclusivo y valorar también los beneficios que nos ofrece la diversidad en las organizaciones. Por ello, es importante que las empresas no solo apliquen estas medidas, sino que también deben revisarlas y actualizarlas, ajustando regularmente las acciones que ponen en marcha para asegurarse de que realmente están funcionando. Sin duda que, solo así avanzaremos hacia un futuro más justo para todos y construiremos una sociedad mucho más equitativa y acorde a los tiempos cambiantes en nuestros entornos laborales y sociales.

 

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