Estafas en la red. ¿A quién reclamo y cómo puedo protegerme?
Hoy en día, muchas de las compras, transferencias y envíos se gestionan a través de Internet. ¿Con qué peligros podemos encontrarnos en la red?
Escanear códigos QR se ha convertido en algo rutinario. ¡Pero cuidado! No está exento de peligros.
Alicia Delgado | 13.01.2022
El uso de los códigos QR han cobrado una gran importancia en situaciones cotidianas como consultar la carta de un restaurante.
Se calcula que, durante el último año, un 86% de los usuarios han escaneado un código QR con su móvil, según un estudio de la firma Mobilelron. Al incrementarse su uso, los cibercriminales han puesto los códigos QR en su punto de mira, por lo que hay que tener cuidado con su uso.
Los QR (Quick Response o respuesta rápida) son códigos de barras bidimensionales cuadrados que pueden almacenar datos codificados. Fueron creados en el año 1994 por la empresa japonesa Denso Wave. A partir de año 2010 comenzaron a expandirse por EEUU y luego por Europa.
Los QR extienden los datos a disposición de un objeto físico y crean una medida digital para las operaciones de marketing. Pueden aparecer en folletos, carteles o revistas y permiten interactuar con ellos a través de la cámara de un smartphone o tableta. La gran mayoría de ellos enlazan a una página web (URL).
A raíz de la pandemia, las instituciones y la policía están avisando del incremento de estafas a través del uso indebido de los códigos QR. Cuando los ciudadanos acuden a información a través del código QR, los delincuentes informáticos aprovechan para hacerse con los datos personales y bancarios de sus víctimas.
El Instituto Nacional de Ciberseguridad indica que las principales tácticas que se emplean son tres:
Es aconsejable tomar precauciones al usar códigos QR. Por ejemplo, no se debe acceder a enlaces desconocidos y debemos evitar consultar enlaces recibidos a través de email o SMS. En resumen, se ha de tener mucho cuidado a la hora de escanear un código QR desconocido.
Hay que evitar aquellos códigos QR que estén pegados encima de publicidad aparentemente normal y, sobre todo, desconfiar de aquellos carteles con códigos que anuncien ofertas, sorteos o regalos. Si estamos interesados es mejor contactar con la empresa anunciante por otros medios y obtener la información a través de su web.
También es muy recomendable instalar una APP lectora que permita una visualización previa del enlace.
Si pese a las cautelas y prevenciones hemos resultado engañados, debemos contactar y denunciar lo ocurrido a la Policía Nacional, que dispone de la Brigada de Investigación Tecnológica, o bien a la Guardia Civil, que cuenta con el correo electrónico sugerencias@guardiacivil.org. En Catalunya y el País Vasco, tanto los Mossos d’Esquadra como la Ertzaintza cuentan con unidades de policía científica especializada en estos delitos informáticos.
También podemos denunciar todos estos fraudes en los Juzgados y Fiscalías.
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