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Tener dinero en efectivo en casa es algo que se continúa haciendo. Es importante conocer cuáles son los riesgos fiscales y no fiscales.
Melissa Saez | 11.06.2025
Guardar dinero en efectivo en casa es algo que algunas personas hacen por seguridad, comodidad o simplemente para tenerlo a mano. ¿Es verdaderamente importante disponer de alguna cantidad de dinero en efectivo en casa para una posible emergencia? ¿Hay algún límite? Vamos a tratar de aclarar estas dudas.
La realidad es que no existe ninguna ley que diga cuánto dinero en efectivo se puede tener en casa. Sin embargo, es crucial poder demostrar que ese dinero tiene un origen legal. De no ser así, Hacienda podría considerarlo como dinero negro fuera de su control y obligar a declararlo en la Declaración de la Renta, además de posibles sanciones, sobre todo si hablamos de grandes sumas de dinero.
En una sociedad cada vez más digitalizada, realizar grandes transacciones con dinero en efectivo puede ser muy complicado, incluso sospechoso. Muchos negocios y servicios prefieren, o incluso requieren, pagos electrónicos o con tarjetas de crédito para facilitar el seguimiento y la trazabilidad del dinero.
En España, existen límites legales para los pagos en efectivo con el fin de prevenir el fraude fiscal y el blanqueo de capitales. Desde la entrada en vigor de la Ley 11/2021, el límite máximo para pagos en efectivo es de 1.000 euros cuando al menos una de las partes es un empresario o profesional.
Aparte de los riesgos fiscales, tener grandes sumas de dinero en efectivo en casa también conlleva varios riesgos no fiscales, como los robos. Esto puede ser muy atractivo para los ladrones.
Además, en caso de incendio, inundaciones u otro tipo de catástrofe natural, el dinero que se tiene en casa puede perderse irremediablemente
Todos estos límites hacen que cada vez sea menos atractiva la idea de disponer de grandes cantidades de dinero en casa, aunque es conveniente disponer de una cantidad mínima para poder acceder a los servicios más esenciales como comprar en supermercado, pagar la cuenta de un restaurante o echar combustible en una gasolinera que lo permita.
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