Violencia de género y condenas
La violencia de género ataca a los derechos fundamentales de las personas. Te contamos en qué se diferencia de la violencia doméstica y qué penas conlleva.
Aunque no existe una ley que proteja a los ancianos expresamente, si hay muchos asociados a su maltrato en residencias. Te los explicamos a continuación.
Albert Olcina | 03.09.2020
Por desgracia, el maltrato a personas mayores en residencias es una realidad en nuestro país. En ocasiones, los maltratadores presumen de ello y, además, lo graban y publican en sus redes sociales sin tener en cuenta las posibles consecuencias legales.
Por suerte, nuestro ordenamiento jurídico tiene un amplio abanico de delitos, con sendas penas de prisión, a los cuales se enfrentan las personas que se aprovechan de su situación de superioridad para atentar contra la dignidad de nuestros abuelos. El Código Penal español no distingue tipología de víctima en cuanto a los adultos mayores y sí en cuanto sean personas discapacitadas necesitadas de especial protección por lo que, no existe una Ley que proteja a los ancianos expresamente.
En este sentido, hay que tener en cuenta que las víctimas se encuentran, en la mayoría de los casos, en situación de inferioridad, ya sea por las posibilidades físicas de defenderse o reaccionar, o bien por las capacidades mentales, frecuentemente deterioradas.
Atendiendo a esta fragilidad, por lo tanto, partimos de una inferioridad del anciano respecto a quien le agrede, hecho que tendrá sus consecuencias en forma de agravantes.
No olvidemos que estas agresiones se producen en el lugar de residencia de las personas mayores, por lo que atentan contra su seguridad dentro de su ámbito doméstico.
Nuestros mayores pueden tener discapacidades o limitaciones, pero en cualquier caso disfrutan plenamente de sus derechos fundamentales. Sus agresores, por lo tanto, pueden ser multados o encarcelados por no tratarles como merecen.
Algunos de los delitos que más probablemente se pueden producir en residencias o que por desgracia hemos presenciado últimamente en los medios, son los siguientes:
Violencia psicológica, abusos sexuales, en definitiva, cualquier delito de los mencionados que se prueben, que sean reiterados y perpetrados con alevosía deberán ser agravados en tipo, dada la percepción de superioridad de las personas agresoras, que se aprovechan de la inferioridad física o psíquica de los residentes.
En definitiva, son muchas las opciones que tenemos para perseguir los delitos contra nuestros mayores, pero lo primordial es estar pendientes de cualquier indicio que nos pueda hacer sospechar que hay alguien que está atentando contra sus derechos fundamentales.
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