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Te explicamos cuáles son las tasas de alcohol permitidas, quién está obligado a someterse a una prueba de alcoholemia y las sanciones posibles.
Jordi Mari | 03.07.2025
Por todos es conocido que no debemos conducir con una tasa de alcohol superior a la permitida legalmente y que, en caso de hacerlo, nos pueden sancionar. Ahora bien, no se aplica la misma tasa de alcohol a todo el mundo, y también se tiene en cuenta el vehículo que se conduce. Aquí vamos a explicar los pormenores de esta posible infracción.
Cualquier persona que conduzca un vehículo, incluyendo bicicletas y vehículos de movilidad personal como los patinetes eléctricos, está obligada a someterse a pruebas de detección de alcoholemia.
Además, el resto de los usuarios de la vía también pueden estar obligados a realizar estas pruebas si se ven involucrados en un accidente de tráfico, lo que significa que incluso los peatones deben someterse a ellas en dichas circunstancias.
Los agentes de la autoridad pueden requerir para someterse a las pruebas de alcoholemia en cuatro supuestos concretos:
La tasa de alcohol legalmente permitida depende de la persona que conduzca el vehículo:
Sin embargo, está en trámite una reforma del Reglamento General de Circulación que podría entrar en vigor este mismo año 2025 y que podría reducir estos límites.
Las sanciones varían en función del nivel de alcohol detectado y las consecuencias pueden ser administrativas o penales. Vamos a ver los distintos supuestos:
Es decir, con más de 0,50 mg/l en aire espirado o 1 g/l en sangre (profesionales y titulares de permisos de conducción con menos de dos años de antigüedad más de 0,30 mg/l o 0,6 g/l en sangre) conlleva:
Entre 0,25 y 0,50 mg/l en aire espirado o entre 0,50 y 1 g/l en sangre (profesionales y titulares de permisos de conducción con menos de dos años de antigüedad entre 0,15 y 0,30 mg/l o entre 0,3 y 0,6 g/l en sangre) conlleva:
Conductores que sin llegar a superar el doble permitido hubieran sido sancionados por alcoholemia en el año anterior:
En caso de retirada de puntos, únicamente procederá retirada en caso de cometer la infracción con un vehículo que para su conducción se requiera permiso o licencia. Por tanto, no procederá retirada de puntos si la infracción se comete, por ejemplo, conduciendo una bicicleta o un patinete eléctrico.
En caso de que el conductor supere la tasa de alcohol en aire en más de 0,60 mg/l o con una tasa en sangre superior a 1,2 g/l o circule bajo la influencia de bebidas alcohólicas puede ser condenado a:
En este caso, conviene señalar que siempre se impone la retirada del permiso de conducción, con independencia de la pena sea de prisión, multa o de trabajos en beneficio de la comunidad.
Por último, hay que decir que negarse a someternos a las pruebas de detección de alcohol también se puede sancionar tanto por la vía administrativa como por la penal.
Respetar los límites de alcoholemia es una cuestión legal y de responsabilidad personal, ya que muchos accidentes podrían evitarse si los conductores respetaran la tasa de alcohol permitida.
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