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Los siniestros de tráfico provocados por animales han aumentado un 40% en 2021 respecto a 2019 (prepandemia). Así lo indica el estudio 'V informe del centro de estudios y opinión ponle freno-axa de seguridad vial'. El documento también detalla que Castilla y León, Galicia y Cataluña concentran más de la mitad de este tipo de accidentes y que los meses de octubre, noviembre, y diciembre son los que registran un porcentaje de siniestralidad más alto, un 30,2% del total, coincidiendo con la época de caza.

Pero ¿quién es el responsable legal en este tipo accidentes? ¿Es siempre el conductor o hay excepciones? ¿Y cómo podemos actuar si nos vemos involucrados en un accidente de este tipo?

Atropello de animales de caza

Las especies cinegéticas son las que pueden ser objeto de caza y pueden clasificarse en caza mayor y caza menor dependiendo de las dimensiones del animal. Por lo tanto, estamos hablando de animales como el conejo, el zorro, el ciervo o el jabalí.

La responsabilidad por el atropello de estas especies está regulada en la ley de tráfico, donde se atribuye al conductor del vehículo, sin que se le pueda reclamar el valor del animal que invade la vía.

Sin embargo, se establecen unos supuestos en los que, en lugar de al conductor, se traslada la responsabilidad a un tercero:

Al titular del aprovechamiento cinegético (habitualmente, el cazador) o, en su defecto, el propietario del terreno cuando el accidente sea derivado de la caza colectiva de una especie de caza mayor en el mismo día o doce horas antes del accidente.

Al titular de la vía pública donde se produce el accidente si se ha ocasionado por no haber reparado la valla de cerramiento en plazo o por no haber puesto la señalización de animales sueltos en tramos de alta siniestralidad.

Para poder determinar la procedencia del animal que ocasiona el accidente es especialmente relevante el atestado policial.

Atropello de animales domésticos

En el caso del atropello de los animales domésticos, y salvo que se acredite culpa del conductor del vehículo, la responsabilidad recae sobre el dueño del animal, que debe tenerlo en todo momento controlado. Es importante que el animal pueda sea identificado mediante el microchip o tatuaje que puedan responsabilizar a su propietario.

Cómo evitar accidentes y qué hacer si estoy involucrado en uno

Para poder evitar este tipo de accidentes hay que respetar los límites de velocidad de la vía y la señalización. Cuando nos encontremos una señal de posible irrupción de animales se debe moderar la velocidad y extremar la atención a los lados del camino por el que circulamos.

A menudo, las maniobras evasivas para esquivar el animal suelen acabar en salidas de vía o accidentes con los ocupantes del vehículo lesionados. La realización de cursos de conducción segura ayuda a saber cómo reaccionar en este tipo de situaciones y evitar el accidente o minimizar sus consecuencias.

En caso de sufrir accidente, el vehículo se debe colocar donde cause menor obstáculo a la circulación y, aparte de encender la luz de emergencia y las luces de posición, mientras se restablezca la seguridad en la vía se deberán utilizar los dispositivos de preseñalización de peligro reglamentarios. Al salir del vehículo debemos utilizar el chaleco reflectante.

En caso de haber lesionados, debemos contactar con emergencias al teléfono 112 y con las autoridades, por si conviene hacer atestado y retirar el animal atropellado de la calzada.