Cómo actuar ante el bullying
El acoso escolar es de las peores situaciones que puede vivir un niño o adolescente. Os contamos cómo protegerles y ante quién reclamar para tomar medidas.
Todos hemos oído hablar del ciberbullying, pero no sabemos cómo debemos actuar. Te lo contamos desde el punto de vista de víctimas, padres y testigos.
Marina Barriendos | 04.01.2022
El ciberbullying se produce cuando una persona menor, adolescente o joven es acosada (hostigada, perseguida, humillada, amenazada, chantajeada, insultada, etc.) de manera constante por parte de su entorno social, que suele tener su misma franja de edad (muchas veces compañeros de escuela, instituto o localidad) por medios tecnológicos (Instagram, WhatsApp e incluso videojuegos online).
Evidentemente, ante el ciberbullying se debe tener tolerancia cero. El sufrimiento que causa puede llegar a ser insoportable en las victimas que son acosadas permanentemente, 24 horas y 7 días a la semana por Internet.
Lo primero que debemos hacer es poner en conocimiento de alguien de nuestra confianza lo que nos sucede y, en caso de que no sean nuestros progenitores o tutores, hacerlo con ellos después. No hay que pensar que merecemos lo que nos sucede o que debemos ocultarlo: el sentimiento de culpa es propio de las víctimas de delitos de acoso o violencia, pero no debe dominarnos. Contadlo, no estáis solos ni sois invisibles, solo que a veces a los demás les es difícil ver lo que sucede o, si lo ven, les falta valentía o no saben cómo gestionarlo.
Es importante actuar. El acoso no se resuelve ni diluye solo, hay que afrontarlo. Por doloroso y complejo que sea el proceso emocional e institucional, la victima nos necesita.
Somos la pieza clave, porque la víctima se siente sola y atrapada y sus progenitores no saben lo que sucede. Tenemos la responsabilidad y obligación de comunicar la existencia de esta situación. Cuéntalo a los adultos de referencia. Ponte del lado de la víctima y recuerda: si le sigues el juego a los acosadores, serás cómplice de ellos en un futuro pleito y también te condenaran por ello.
¿Y si me da miedo que lo sepan el resto? ¿Y si el próximo soy yo? Sabemos que no es suficiente con decir “sé valiente”. Para ello tienes las herramientas que vamos a enumerar a continuación y en las que podrás, si quieres, no revelar tu identidad y ayudar a la víctima.
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