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Cédula de habitabilidad: preguntas y respuestas
¿Puedo contratar una hipoteca, suministros o seguros si no tengo cédula de habitabilidad? ¡Resolvemos estas y otras respuestas en este artículo!
Montserrat Martin | 20.10.2022
La cédula de habitabilidad es el documento que certifica que un espacio puede ser habitado, lo que supone poder convertirlo en vivienda siempre que se mantengan los niveles de salubridad, higiene y solidez necesarias. ¿Sabes qué requisitos son necesarios para obtenerla? ¿Es necesario renovarla? ¿Podemos contratar una hipoteca, suministros seguros si no la tenemos? ¡Estas y otras respuestas a continuación!
Cada 15 años o menos, según la Comunidad Autónoma, la cédula de habitabilidad tiene que ser renovada si caduca. El organismo competente para hacer la renovación es el departamento de vivienda de cada Administración Autonómica.
Para ello debe contratarse a un arquitecto o arquitecto técnico que realice la inspección del inmueble y con dicho informe solicitar el certificado visado por el Colegio Profesional correspondiente.
El coste de la renovación de la cédula depende de los honorarios del arquitecto y de las tasas que cada entidad pública establezca.
Actualmente las Comunidades Autónomas donde no es necesario solicitar dicho documento son: Madrid, Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Galicia, y el País Vasco. En éstas se sustituye por la licencia de primera ocupación en las viviendas nuevas.
Los requisitos mínimos que tiene que cumplir el inmueble para que le concedan la cédula son:
- Superficie útil mínima 36 m2.
- El equipamiento mínimo que debe tener: inodoro, cocina, agua caliente, ventanas, puertas, etc.
- La altura mínima de 2,5 metros, y es posible rebajar la cocina y el baño a 2,2 metros.
- La seguridad de la casa.
Hay varias clases de cédulas según la antigüedad del inmueble:
- Cédula de habitabilidad de primera ocupación: es entregada por el ayuntamiento al promotor de viviendas de obra nueva cuando aún no se ha habitado en la misma.
- Cédula de habitabilidad de segunda ocupación: se solicita cuando pasan los primeros quince años de vigencia de la cédula y hay que renovarla.
- Cédula de primera ocupación por rehabilitación: es para viviendas reformadas en su integridad, lo que supone una nueva cédula.
El contenido del documento de la cédula es: dirección de la vivienda, superficie útil, distribución de la vivienda (habitaciones y espacios), ocupación máxima e identificación del profesional que ha emitido el certificado.
Una vez obtenida nos sirve para contratar y dar de alta los suministros de agua, luz, gas y también nos la pedirán siempre para vender o alquilar la vivienda.
Además, tener cédula nos permitirá solicitar una hipoteca, aunque en el caso de no tenerla, se considerará un local y la financiación será menor. Podremos vivir en el local, aunque como hemos mencionado tendremos problemas para contratar suministros, seguros o para empadronarnos. Además, no podremos obtener ayudas como las de adquisición de vivienda o al alquiler.
Para convertir un local en vivienda y obtener la cédula de habitabilidad se debe cumplir con la normativa urbanística del correspondiente Ayuntamiento y con el Código Técnico de Edificación.
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