¿Cómo será el nuevo modelo de cotización de los autónomos?

El Gobierno ha previsto un sistema que se basará en la facturación real de los autónomos. Según la cifra, deberán cotizar en uno de los 13 tramos que se establecerían. Sólo los que facturen menos de 17.000€ al año verán reducida su cuota mínima respecto a la actualidad, que es de 288,98€. Y es que entre los nuevos 13 tramos se prevén cinco con cuotas que van de los 90€ a los 275€ mensuales. En el polo opuesto, la cuota máxima alcanzará los 1.220€ mensuales.

A falta de concretarse este nuevo sistema y el reglamento que llevará aparejado, lo que queda claro es que comportará un mayor control de la facturación de los autónomos, que deberán cotizar por sus ingresos reales. Esto conllevará que podrán modificar su cuota hasta seis veces al año. E incluso si al finalizar el ejercicio, la facturación por la que se ha cotizado ha sido la correspondiente a otro de los tramos, se deberá regularizar (ya sea al alza o a la baja). Esto comportará para los autónomos un mayor esfuerzo de control de facturación e incluso un sobrecoste para poder gestionarlo. La Administración deberá actualizar la forma en que se relaciona con estos trabajadores para administrar sus cotizaciones y el control sobre lo que facturan.

Con este cambio de sistema, a la mayoría se les encarecerá la cuota. Hay que tener en cuenta que en la actualidad el 89% de los 3,2 millones de autónomos que hay en España cotizan por la base mínima y en 2019 aportaron a las arcas de la Seguridad Social un total 9.348 millones de euros. Con el nuevo sistema, este importe está previsto que se incremente un 40%, recaudando así unos 4.000 millones más, 13.348 millones. Esto situaría la cuota media en 110€ más al mes que en la actualidad.

Estos son los 13 nuevos tramos de cotización que se propone según la facturación anual:

Hay que tener en cuenta que este nuevo modelo, según la previsión del Gobierno, incluiría un periodo transitorio de hasta nueve años, momento en que se alcanzaría la cuota propuesta. Este periodo podría resultar excesivo, por llevar probablemente a muchos autónomos a una “sobrecotización”, como consecuencia de una lenta recuperación económica, así como de una facturación e ingresos no muy altos.