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No todas las herencias acaban teniendo destinatario. Pero entonces, ¿qué sucede con ella? ¡Te lo contamos!
ARAG | 31.07.2024
Los herederos no están obligados a aceptar una herencia, sino que pueden renunciar a ella por diversos motivos, como que la herencia tenga más deudas que activos, porque prefieran beneficiar a otro heredero o porque exista algún conflicto familiar. En este artículo vamos a explicar qué sucede con una herencia si ningún heredero quiere reclamarla.
Es muy poco probable que una herencia se quede sin destinatario, pues la ley prevé que toda herencia cuente con una, aunque también existe la posibilidad de que nadie la reclame.
Puede ser que los herederos que consten en el testamento no solo no acepten la herencia, sino que renuncien a ella. También puede pasar que el difunto no tuviera familiares ni conocidos a quien dejar sus bienes.
Se debe tener en cuenta que la renuncia por parte de los herederos es un acto libre, unilateral e irrevocable, es decir, una vez formalizado no habrá marcha atrás.
Es importante añadir que, si alguien disfruta de algún bien que forme parte de la masa patrimonial del difunto, se entiende que la herencia ha sido aceptada tácitamente.
Cuando es el Estado el que recibe los bienes y obligaciones del difunto, el patrimonio es repartido por tercios entre:
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